¿QUE ES LA PUBERTAD?


La pubertad sólo se refiere a los cambios físicos comprendidos entre los 8 y los 14 años, es una término distinto a la adolescencia que define los cambios a nivel psicológico y social. En este caso desarrollar el primero de ellos es el objetivo del presente escrito, para que la pubertad se desencadene existen influencias del propio cuerpo y del entorno, por ello aunque existe una media en la edad de inicio y término esta puede variar de persona en persona, como lo señala Joaquim (2005):
Aunque el momento de presentación del desarrollo puberal puede estar relacionado con numerosos factores como los antecedentes genético-familiares, la localización geográfica o los niveles socioeconómicos, es lógico suponer que todos estos elementos están mediados por un factor común. Son dos las hipótesis que explican la disminución progresiva de la inhibición intrínseca y el desbloqueo progresivo del gonadostato: una considera la existencia de un reloj biológico natural capaz de percibir el transcurso del tiempo y decidir el momento en el que desaparece el efecto neutralizador o se desencadena un efecto estimulante (Plant, 1988), y la otra se basa en la coherencia de que la actividad reproductiva tan sólo se inicia cuando se ha completado el crecimiento y desarrollo. Por tanto, un indicador metabólico informa al gonadostato cuando se ha alcanzado una etapa determinada de madurez.
El mismo autor señala que las primeras manifestaciones de actividad del marcapasos hipotálmico consisten en la aparición de pulsos nocturnos de LH. Su relación con los niveles profundos de sueño demuestran la dependencia del gonadostato de las variaciones en los neurotransmisores y opiáceos endógenos. En efecto, un patrón similar de pulsatilidad nocturna se observa también en las fases iniciales o de recuperación de los síndromes de anorexia nerviosa, caracterizados por una supresión central de la pulsatilidad hipotalámica.
No podemos dejar de mencionar que existen anomalías llamadas síndromes que alteran el desarrollo normal de la pubertad, aunque ese en un tema que no tocáremos en este trabajo cabe señalar que el conocer los procesos y señales físicas normales de la pubertad nos ayudará a identificar cuando se presenten alteraciones.
Pérez (2006) define pubertad como el período de la vida de una persona durante el cual su cuerpo pasa de niño a adulto, acompañado por el proceso de maduración sexual. Esta transformación es causada por cambios hormonales e incluye crecimiento tanto físico como emocional. El inicio de la misma, así como su velocidad de progresión es muy variable. En las niñas sanas puede iniciarse entre los 8 y los 14 años y en varones sanos, entre los 9 y los 15 años. Respecto al ritmo evolutivo, también existen diferencias con una media de 2 años y medio a tres.
Joaquim (2005) menciona que desarrollo puberal constituye el transito desde una situación de quiescencia gonadal a la adquisición de la plena capacidad reproductiva. ésta, a diferencia de las demás funciones del organismo, está orientada hacia un objetivo de especie. No debe extrañar, por tanto, que sea operativa únicamente durante el período de mayor plenitud de la vida, cuando el individuo ha completado su crecimiento y desarrollo y, por otra parte, aún no ha entrado en una fase involutiva.
Papalia (2002) La define como la transición durante el desarrollo entra la niñez y la edad adulta que entraña importantes cambios físicos, cognitivos y psicosociales.
El proceso se desencadena en el sistema endocrino Joaquim (2005) lo ubica como uno de los sistemas de información esenciales del organismo, que coordina los distintos elementos involucrados en dicho proceso. Desde el sistema nervioso central, en sus ámbitos de control somático y estado psíquico, hasta el desarrollo fenotípico que llevará a la adquisición del fenotipo adulto.
El mismo autor menciona que en la pubertad el sistema nervioso central recoge información sobre el proceso de madurez corporal y activa el eje hipotálmico – hipófiso-gonadal a medida que el individuo alcanza las fases más avanzadas del desarrollo. (Joaquim. 2005. p.1)
Con ello entramos en lo que se ha denominado la “Pausa prepuberal. Durante este período la reserva hipofisaria está también disminuida ya que la respuesta al estímulo con GnRH es muy pobre. A partir de los 8 anos se observa una reversión de este proceso. Los pulsos de LH circulantes, que reflejan la recuperación de la actividad pulsátil de las neuronas de GnRH del núcleo reaparecen durante las etapas tardías del descanso nocturno y relacionadas con los patrones electroencefalográficos de las fases del sueno.
Como consecuencia de ello se reactiva la función gonadal y se registran concentraciones de esteroides ováricos elevadas durante las primeras horas de la mañana. Estos incrementos transitorios y de poca intensidad son los que provocan los cambios fenotípicos que se describen más adelante en este capítulo. Su amplitud y duración aumenta progresivamente hasta establecerse a lo largo de todo el día. (Joaquim). 2005. p.34)
La acción directa de estos andrógenos o de sus metabolitos periféricos más potentes (androstendiona y testosterona) provoca el desarrollo del vello axilar y pubiano, una de las primeras manifestaciones puberales. Este período se ha denominado adrenarquia.
Dentro de los cambios físico en “la niña, el estradiol secretado por el ovario aumenta progresivamente durante la pubertad. Cuando ya hay ciclo menstrual se aprecian dos picos: al final de la fase folicular y al inicio del período lúteo. Los estrógenos son los responsables del desarrollo de las mamas, distribución de la grasa, desarrollo de los genitales y cierre del cartílago de crecimiento. Otros cambios hormonales presentes son el aumento de la prolactina, el incremento de la producción de GH, la elevación de andrógenos suprarrenales (responsables de la adrenarquia), así como de la TSH, T3 y T4 (tiroidarquia)”. (Pérez, 2006. p.264)
En cuanto a los genitales internos Pérez (2006) menciona que el útero prepuberal (desde los 6 meses hasta los 7-8 años) tiene forma y tamaño constantes: en “gota”, sin ángulo entre cuerpo y cuello. Con un cuerpo corto la relación longitud del cuerpo / longitud del cuello uterino es de 1:2 (siempre inferior a 1). Después, el crecimiento es progresivo, regular y sobre todo a expensas del cuerpo, que se alarga y se engruesa: adquiere forma de “pera” y se invierte la relación cuerpo / cuello, pasando a ser 2:1.
Finalmente el mismo autor señala que la vulva cambia por un aumento de grosor debido al cúmulo de grasa a nivel del monte de Venus. También los labios mayores y menores aumentan de tamaño. La vagina crece en longitud antes de la aparición de los caracteres sexuales secundarios y lo seguirá haciendo tras la menarquia. La mucosa es más gruesa y húmeda, aumenta el grosor del himen y su orificio se agranda. Por activación de las glándulas de Bartholín se produce leucorrea fisiológica. Hay un pequeño aumento del clítoris.
La función menstrual depende de la impregnación endometrial inducida por la secreción ovárica. Se considera que para obtener una proliferación que induzca una pérdida similar a la menstrual deben alcanzarse, como mínimo, concentraciones de 17ss estradiol cercanas a lo 50 pg/ml. Los primeros procesos de desarrollo folicular pueden alcanzar este valor sin llegar a la maduración completa del folículo. Por esta razón la menarquia es, en la mayoría de los casos, consecuencia de un ciclo anovulatorio. Esto explica también que los primeros meses o incluso anos de función menstrual se acompañen de un patrón de irregularidad ya que la función del ovario como marcapasos está relacionada con la duración de las dos fases del ciclo: folicular y luteínica. (Joaquim. 2005. p.3)
Como consecuencia de este estímulo, las células gonadotropas incrementan progresivamente su grado de impregnación. Con ello se modifica la respuesta tanto cuantitativa como cualitativa a la GnRH exógena. La aplicación periódica de pruebas de estimulación demuestra una capacidad de respuesta creciente por parte de la hipófisis. Al mismo tiempo se ha comprobado que la relación entre la LH inmunodetectable y la bioactiva mejora en favor de esta última, lo que refleja un perfeccionamiento en el proceso de biosíntesis de la molécula (Reiter, 1982). Este proceso se autopotencia con la llegada de los esteroides ováricos. Los fenómenos de biosíntesis y activación se hacen más eficaces así que se progresa en el desarrollo folicular. Los estrógenos que se sintetizan en esta etapa comportan proliferación endometrial y pérdidas irregulares por deprivación. En etapas avanzadas, en ocasiones hasta dos anos después de la primera pérdida menstrual, el sistema es lo bastante eficiente para producir el mecanismo de feed-back positivo y las primeras ovulaciones.
El incremento en los estrógenos induce cambios en las características del aparato genital externo (desarrollo de los labios menores, plegamiento vaginal, etc.) y también interno (crecimiento uterino, cambio en la relación cuerpo / cuello, eversión de la mucosa cervical). El endometrio inicia también su proceso proliferativo, pero sólo se manifiesta en forma de pérdida similar a la menstrual cuando la capa funcional alcanza un espesor suficiente para ser sensible a la deprivación hormonal. Esto se consigue habitualmente cuando se alcanzan niveles circulantes de 17-ss-estradiol de alrededor de 50 pg/ml. Las primeras pérdidas se producen por deprivación de estrógenos y por ello son irregulares tanto en su duración como en su intensidad. Sólo cuando el desarrollo folicular alcanza etapas avanzadas, se producen estrógenos suficientes para activar el centro de feed-back positivo e inducir una elevación de LH; con ello se producen los primeros ciclos ovulatorios. El periodo peripuberal, al igual que el perimenopáusico, se caracteriza, pues, por la irregularidad en la duración de los intervalos intermenstruales.





Parera (2005) menciona entre las características clínicas de los ciclos menstruales:

ß Los ciclos suelen durar entre 21 y 35-40 días.
ß La cantidad de pérdida menstrual ha de ser inferior a 8 apósitos empapadores por día.
ß La duración normal de la menstruación es de 2 a 8 días.
ß La irregularidad de los ciclos menstruales es frecuente en los dos o tres primeros años después de la menarquia.
ß La frecuencia de dismenorrea en adolescentes es del 80%, y aumenta significativamente con la edad. La dismenorrea es severa en un 9% de los casos.
ß La frecuencia de problemas menstruales es: abdominalgia 92%, lumbalgia 31 %, cefalea 24%, dolor de piernas 14%, náuseas 9%.
ß Los problemas menstruales también aumentan significativamente con la edad. Las necesidades de medicación en las adolescentes durante la menstruación son del 45%.
ß La frecuencia de utilización de apósitos menstruales es la siguiente: compresas 57%, tampones 6%, ambos 37%. El uso de compresas disminuye significativamente con la edad, mientras que la utilización de tampones aumenta.
ß Es aconsejable que las chicas anoten en un calendario las fechas y la duración de sus reglas.

En el caso de los varones como lo reporta Millán (2002) los testículos producen la mayor parte de las testosterona. Las glándulas suprarrenales también producen un poquito. En las mujeres, los ovarios producen testosterona. Las glándulas suprarrenales también producen un poquito. En las mujeres los ovarios producen testosterona en pequeñas cantidades. En la pubertad, la testosterona causa que el pene y los testículos se agranden y crezca el pelo púbico y facial.
Un niño adolescente aumenta de estatura, su voz se hace más profunda y sus músculos se agrandan y se fortalecen, todo por causa de a testosterona, también ayuda a producir células de esperma y mantiene al hombre interesado en sexo. También mantiene los músculos y los huesos grandes y fuertes. La testosterona afecta hasta el crecimiento de pelo en el hombre.
Los varones en promedio tienen 2 años más de crecimiento prepuberal y por tanto, cuando entran a la adolescencia lo hacen con 9 cm más de estatura. El largo período de crecimiento prepuberal en el varón es también el responsable de que las piernas sean más largas que en las mujeres cuando se relaciona con el tronco ya que las piernas crecen más rápido que el tronco inmediatamente antes de la adolescencia.
La diferencia sexual de la cadera está dada por la cantidad y distribución de tejido adiposo en la mujer.

Otros cambio que cita Millán (2002) son las que menciona Tañer en sus tablas de desarrollo:

I. Preadolescente. Aspecto infantil en Preadolescente.
II. Volumen testicular aumentado (> 3 mm)
III. Aumento de la longitud del pene
IV. Pene aumentado de tamaño en longitud
V.Estado adulto

En los varones se presentan las primeras emociones de semen en poluciones nocturnas voluntarias e involuntarias, claro esta acompañadas de la erección.
En general hemos visto los cambios más notables durante la adolescencia el presente trabajo pretende solo tocar los aspectos básicos por lo que no profundiza en cada uno de ellos, la presente carpeta esta dirigida a manejar los cambios de forma general y sencilla.

BIBLIOGRAFÍA

®Joaquim Calaf Alsina. 2005. Manual de salud Reproductiva en la Adolescencia. MM. Madrid

®Millán de la Espinasa y Sileo Enriqueta. (2002). Pubertad. Archivos Venezolanos de Puericultura y Pediatría. Vol 65 Suplemento 3.

®Papalia Diane E. (2002) Psicología del Desarrollo. De la Infancia a la Adolescencia. Mc Graw Hill. Novena Edición. México

®Parera Junyet Nuria.2005. Manifestaciones Clínicas de la Pubertad en el Varón y la Mujer. Manual de Salud Reproductiva en la Adolescencia. MM. Madrid

®Pérez López A.M. 2006. Protocolos de endocrinología. Trastornos de la Pubertad. Centro de Salud de Sabugo. Avilés. Asturias. Centro de Salud de Llanes-Ribadedeva. Llanes. Asturias. BOL PEDIATR 2006. Número 46. pp265-272

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